¿Sérum? ¿Aceite? ¿Contorno de ojos?¿Hidratante? ¿Nutritiva?¿Protector solar? Hay tantos productos en el mercado que muchas veces no sabemos cuáles y en qué orden utilizarlos. En este post te explicamos los pasos y productos fundamentales de una correcta rutina facial para que comiences la primavera renovándote.
Muchas veces los problemas que podemos tener en la piel (acné, resequedad, piel tirante, opacidad, irritación, etc.) son debido a una mala elección de los productos que usamos y una mala técnica de uso. Es clave mencionar que la piel tiene un pH ligeramente ácido (5.5) y cuando se altera promueve el crecimiento de bacterias dañinas y microorganismos, volviéndose más susceptible a enfermedades e infecciones, así como también pierde agua y se deshidrata, ya que no puede sintetizar lípidos esenciales de la epidermis.
La clave de tu rutina está en utilizar productos que no alteren el pH natural de la piel. Productos con un pH fisiológico (similar al de la piel), no neutro que sería 7, sino que ligeramente ácido. Para aplicarlos déjate guiar por las texturas, es decir, debemos comenzar siempre por el producto más ligero y terminar con el más denso.
Es importante tener una rutina facial de mañana, que prepara tu piel para el día y otra de noche que ayuda a que la piel se restaure y repare. Es un mito que la piel se repara así misma por las noches. Ésta no tiene un interruptor de encendido / apagado como la calefacción. La piel se renueva a sí misma las 24 horas del día. La razón por la que utilizas tratamientos mientras duermes es porque tu cara no está siendo bombardeada con la luz del sol, la suciedad, los agresores, etc. por lo que los productos tienen una mejor oportunidad de que sean eficaces.
1. LIMPIADORES
Lo primero que debemos hacer cada mañana es limpiar la piel para eliminar el sudor y exceso de grasa que se acumulan durante la noche. No es recomendable utilizar agua caliente porque reseca la piel, sino que agua tibia.
El limpiador que usemos debe tener un ph ligeramente ácido como la piel y no contener ingredientes irritantes, es decir, debe ser suave y gentil, tengamos la piel que tengamos (grasa, seca, sensible). Después de usarlo, la piel no tiene que sentirse tirante. Una piel tirante es sinónimo de pH alterado, y de que el limpiador barrió con todos los ácidos grasos presentes en la epidermis.
Evita limpiadores con detergentes o sulfatos fuertes como el Sodium Lauryl Sulfate (SLS) o el Sodium Laureth Sulfate (SLES) que tienen una alta tasa de irritabilidad. El alcohol es otro ingrediente irritante a evitar, por eso no es bueno usar toallitas húmedas para limpiar el rostro, ya que generalmente contienen alcohol entre sus primeros ingredientes. El agua micelar tampoco es adecuada para usar en la mañana, ya que es un producto desmaquillante que no es lo mismo que limpiante y deja restos oleosos.
Un buen limpiador a usar porque contiene detergentes muy suaves y naturales es el Gel Limpiador Facial de La Jacinta.
La limpieza nocturna sirve para retirar el maquillaje y la polución que se acumulan durante el día, y prepara la piel para recibir posteriormente un tratamiento de hidratación nocturna. Es aconsejable realizar una “doble limpieza” que implica primero retirar el maquillaje y luego limpiar la piel. Lavarse la cara sin haber primero retirado el maquillaje equivale a meterse en la ducha con la ropa puesta. Para retirar el maquillaje utiliza un desmaquillante como leche, crema, agua micelar, bálsamo o simplemente un aceite vegetal de bajo nivel comedogénico[1] como el Aceite de Semilla de Cáñamo de Katmandú (nivel 0) o el Aceite de Ricino de Austral Organics (nivel 1) que tiene además propiedades anti-bacteriales que ayudan a limpiar en mayor profundidad la piel. Una excelente técnica es retirarlo con un paño (preferentemente de microfibra) humedecido en agua tibia y limpia. Una vez retirado el maquillaje puedes proceder a limpiar completamente la piel con un limpiador como el de la mañana.
2. TÓNICOS
Nuestras madres usaban los tónicos para acabar de retirar los restos de maquillaje y los restos de leche desmaquillante que siempre engrasaban algo. Sin embargo, actualmente los tónicos han cambiado y a parte del uso tradicional existen otras funciones y activos. Una de las funciones importantes es la de equilibrar el pH de la piel después de la limpieza y son el primer paso en el proceso de hidratación.
Se recomienda usar un tónico ácido y uno hidratante. Puedes alternarlos o usarlos juntos. Los tónicos con el pH algo ácido son estupendos ya que contienen ingredientes que destruyen las bacterias y realizan una exfoliación suave que renueva la piel. La formación de esta nueva capa de piel conlleva la fabricación de una gran cantidad de colágeno nuevo que la tensa de forma más que notable, por eso se dice que los tónicos ácidos aumentan el colágeno y mejoran la absorción de los productos. Algo sencillo de utilizar y no agresivo es una solución de 3/4 agua destilada y 1/4 vinagre de manzana, puedes agregar unas gotitas de cualquier aceite esencial para disimular el olor del vinagre si no te agrada.
Como tónico hidratante puedes utilizar cualquier agua floral, como un agua de rosas de buena cualidad, que quiere decir que en el INCI no contenga la palabra fragancia (parfum) sino que rosewater como el Agua de Rosas de La Jacinta. Cualquier tónico que contenga preferiblemente ácido hialurónico, manzanilla, caléndula o glicerina es hidratante, como el Tónico Facial Humectante de La Jacinta. Como regla general es mejor no utilizar tónicos que contengan alcohol.
3. CONTORNO DE OJOS
No apliques la crema de ojos al final de tu rutina. Si utilizas tus sérum o cremas hidratantes primero evitarás que el contorno de ojos se absorba correctamente. Es como utilizar ropa interior sobre los pantalones.
4. SÉRUM / ACEITES
Los sérum se caracterizan por tener en su composición una mayor concentración de ingredientes activos (vitaminas, antioxidantes, péptidos, etc.) que los presentes en una crema facial convencional. Son de textura fluida y estructura molecular pequeña por lo que son productos de rápida absorción y con una elevada capacidad para penetrar hasta las capas más profundas de la piel. Son los encargados de nutrir y reparar la piel desde dentro. Los encontrarás con diversos objetivos: antiedad, hidratantes, iluminantes, reparador, anti-manchas, exfoliante, etc. y de diferentes texturas: base acuosa (aloe vera, extractos de plantas, ácido hialurónico) y base oleosa (aceites faciales). ¿Qué aplicar primero? La aplicación va por texturas. Usar primero el de base acuosa ya que el oleoso forma una película grasa que dificulta la absorción del otro. ¿Cómo aplicar? Inmediatamente después del tónico cuando la piel está aún húmeda. No olvides usarlos en cuello y escote.
Te recomendamos el Serum Antiage y el Serum Botánico Despigmentante de La Jacinta o la magnífica Combinación de aceites perfumados con lavanda de Austral Organics.
5. CREMAS HIDRATANTES Y NUTRITIVAS
Las cremas son como el abrigo de la piel, la protegen de las agresiones externas. Están hechas de una base acuosa y oleosa unidas por un emulsionante que hace que la estructura molecular del producto sea más grande, lo que le permite penetrar únicamente en las capas superiores de la piel. Esto permite que la crema selle y bloquee la humedad, evitando que se evapore e intensificando los beneficios y efectos de los sérum y aceites.
Elígela en base a tu tipo de piel y el momento del día. Por la mañana puedes usar cremas hidratantes de textura ligera y por la noche cremas nutritivas más consistentes.
En BO Shop encontrarás una variedad de cremas según el tipo de tu piel.
6. PROTECTOR SOLAR
No olvides utilizar al final de tu rutina de día una protección solar. Es como tu impermeable y la clave para prevenir el fotoenvejecimiento causado por la exposición al sol. Sólo 1 de cada 3 personas se protege del sol cada día como parte de su rutina facial diaria, un 78% usa protección cuando va a la playa o a la piscina y un 49% cuando hace deporte al aire libre.
Seguir una rutina facial pueda parecer complicado. Esperamos que con este post hayas entendido la lógica que hay detrás y que poco a poco se concierte en algo realmente muy fácil y rápido de seguir. En cuanto a los productos a utilizar, deberás encontrar la gama de cosméticos que mejor se adapte a tu tipo de piel (seca, mixta o grasa) y a tu bolsillo, claro. Puedes encontrar productos muy económicos en el mercado que funcionan bien o invertir un poco más. Visita BO Shop.
[1] El nivel comedogénico de los aceites nos indica en qué medida el aceite es absorbido por la piel sin tapar los poros. La escala va del 0 al 5 donde 5 es el grado más alto y el que más probabilidad tiene de tapar nuestros poros y provocar acné.