La primavera ya se acerca y con ella la rutina de belleza para el cuidado de la piel debe cambiar un poco para lucir espectacular. La piel es el primer órgano que detecta los cambios climáticos, de ahí que requiere especial atención y cuidado.
Durante esta estación, podemos encontrar que nuestra piel se aprecia más reseca, descamada, con mayor presencia de arrugas y de líneas de expresión debido a la deshidratación a causa del invierno e, incluso enrojecida en algunas áreas de nuestro rostro. Para ello, deberemos llevar a cabo algunos cuidados para que nuestra dermis recupere su habitual luminosidad, textura e hidratación.
Para evitar que la piel sufra con el cambio de estación debemos prepararla con anticipación:
1.- En invierno producimos tal cantidad de células muertas que es imposible deshacerse de ellas naturalmente, por ello un buen exfoliante nos ayudará a estimular la renovación celular, eliminando las moléculas muertas y dejando tu piel mucho más suave.
2.- Usa cremas hidratantes de día y de noche para mantener la piel en forma, con mayor elasticidad y firmeza. Nutre, repara y humedece la piel llegando a penetrar en las capas inferiores de ésta. Y recuerda que en esta época, las cremas deben ser más ligeras.
3.- En primavera tenemos mayor exposición al sol, por lo que debemos considerar todas las medidas efectivas para proteger nuestra piel de sus efectos nocivos. Para ello debemos hidratar adecuadamente nuestro organismo, a través de la ingesta de 2 litros de agua al día, llevar una dieta sana y equilibrada y usar un protector solar adecuado a nuestro tipo de piel además de utilizar anteojos de sol.
4.- Otro consejo importante y muy gratificante durante el transcurso de la primavera, es el de cuidar nuestra piel a través de masajes. Luego de una relajante ducha tibia, podremos elegir un aceite natural, calentarlo en nuestras manos y aplicarlo a base de movimientos lentos y circulares en nuestra piel. De esta manera, no solo eliminaremos tensión acumulada en el cuerpo, sino también estaremos potenciando la capacidad regeneradora de la dermis.
5.- La aplicación de mascarillas también ayudan a proporcionar luminosidad ytersura a nuestro rostro. De hecho es la forma más sencilla, cómoda y rápida de renovar la piel de nuestro rostro, por lo que aconsejamos que al menos, una vez a la semana, apliques una mascarilla de acuerdo al tipo de piel que tengas. Verás como la acción sobre la piel suele ser rápida y de efectos inmediatos y visibles.
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