El dosha Vata está conformado por los elementos aire y éter. Se caracteriza por ser el principio del movimiento o por la energía sutil que gobierna el movimiento biológico. Vata gobierna la respiración, el parpadeo, el movimiento de los músculos y de los tejidos, las pulsaciones del corazón, toda la expansión y contracción, los impulsos nerviosos, entre otros. A su vez, gobierna sentimientos como nerviosismo, ansiedad, miedo, dolores, temblores y espasmos; asentándose en el intestino grueso, la cavidad pélvica, los huesos, la piel, el oído y los muslos. Si el cuerpo desarrolla Vata en exceso, serán estos los lugares donde se acumulará.

Hay muchos factores que influyen en el equilibrio de los doshas: la rutina diaria, la dieta o alimentación e incluso las estaciones. Siendo, el otoño y el invierno las estaciones en que se agrava Vata, debido a que sus propiedades son ser seco (piel y pelo seco), ligero, frío (manos y pies de preferencia), sutil, móvil y ventoso (acumula gases en el intestino), similares características de estas estaciones, por ello si se acentúan y aumentan, el cuerpo se desequilibra.

Vata suele comer mucho o no comer nada, pero en invierno debido al frío, el fuego interior o agni (poder digestivo) normalmente es más fuerte que en otras épocas del año. Por eso si la dieta es demasiado ligera, el intenso fuego digestivo corroerá los tejidos del cuerpo y Vata se desequilibrará. Por ello para bajar Vata es recomendable, en la medida de lo posible, que tomes las comidas calientes y nutritivas, húmedas, pesadas, relajantes y estabilizadora. Debes reducir el consumo de alimentos crudos, ensaladas, tubérculos como repollo, coliflor, brócoli, etc y de alimentos secos como avena cruda. De querer comerlos, te recomiendo cocerlos previamente para quitarles el aire que éstos contienen.

Para mantener a Vata equilibrado en invierno, debes consumir estofados, guisos, abundancia de vegetales (reduciendo los crudos como ya lo mencionamos), frutas, mejor maduras y dulces, legumbres (de preferencia las lentejas rojas), arroz basmati, frutos secos aunque siempre con moderación (almendras, pepas de calabaza y girasol) y lácteos (si tolera la lactosa).

Para cocinar es recomendable utilizar ghee (mantequilla clarificada), el cual es apreciado en la Ayurveda por sus cualidades para mejorar la salud. En esta época invernal es preferible comer alimentos de sabor dulce, ácido o agrio y salado. Hay que evitar las bebidas frías y en su lugar tomar bebidas calientes. Para el almuerzo incluso puedes tomar un vaso de lassi, que es una mezcla de una parte de yogurt por tres partes de agua, a la cual se le añade sal de roca y una pizca de comino (en otro post hablaremos de esta receta). Se recomienda el consumo frecuente de agua caliente, la cual debe hervir suavemente durante 15 minutos aproximadamente en un recipiente destapado, luego guárdala en un termo y bebe de a pequeños sorbos durante el día. Hay que evitar estimulantes como el café, té negro y los cigarrillos, ya que estimulan a Vata, provocando insomnio por ejemplo.

Algunas especies que se pueden utilizar, tanto en la comida como en infusiones, para reducir Vata son la canela, hinojo, anís, nuez moscada, cardamomo, regaliz, clavo, jengibre, perejil y albahaca, entre muchas otras.

Al ser un dosha frío y seco, puedes compensarlo realizando un masaje de cuerpo completo, lo que lo equilibrará. Esto incluso lo puedes realizar tu misma, utilizando aceite de sésamo tibio. Deja que el aceite penetre unos minutos en tu piel antes de bañarte. Este masaje da un efecto calmante sobre el sistema nervioso, fortalece la circulación y ayuda a eliminar toxinas del cuerpo. A su vez puedes realizar un baño caliente de pies por las noches, lo que será muy agradable para Vata. Durante el día, abrígate con ropa natural (lana, por ejemplo) y evita los lugares fríos, secos y con corrientes de aire.

En invierno el metabolismo y la fuerza física son más fuertes que en otras épocas del año para las personas sanas, por ello podrías encontrarte más activa físicamente. Sin embargo debes tener cuidado de no agotarte y mantener un equilibrio entre actividad y descanso. Incluso cuando hay desequilibrio puede verse afectado tu entusiasmo, vivacidad, tu imaginación y creatividad. Debes dormir suficiente y si puedes practicar regularmente meditación, la cual ayuda a la relajación y a una regeneración interna profunda, cuanto mejor. Pero lo que realices lo debes hacer con regularidad, ya que éste es un punto importante en la rutina diaria, ya que equilibra a Vata. Por ello debes tratar de ser regular en las horas de comer, acostarte a la misma hora (no demasiado tarde) y levantarte siempre a la misma hora en la mañana.

Vata tiende a estar agitado y a preocuparse, a estar ansioso y a cambiar de humor, por ello el estrés los afecta más que a otros doshas y los desestabiliza, siendo irregulares en su apetito, digestión y sueño. Trata de reducir en lo posible todo lo que pueda comprometer a tu equilibrio, es decir reduce los factores de estrés, como la presión laboral, los viajes largos, acostarte tarde y/o ver mucha televisión. Quizás puedes leer un libro o escuchar música relajante, perfumar tu hogar con aceites aromáticos de preferencia cítricos, entre otras cosas. Sobre todo en la época invernal, ya que la alteración de Vata es responsable de todo el movimiento del cuerpo, especialmente en sus articulaciones. Por ello tiende a aumentar el dolor articular y de espalda, ciática, artritis. Incluso se ve afectado el sistema nervioso. Vata ante un estímulo desagradable del exterior se contrae, se aprieta y se contractura.

Estos consejos son sólo recomendaciones, no son normas estrictas. La idea es que de a poco introduzcas estos cambios en el estilo de tu vida o en tu dieta. Paso a paso. La idea es probar e ir incorporando, pero siempre disfrutándolo.

 

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