[lead]Aprende a leer sus etiquetas[/lead]

Tanto al comprar en un supermercado como en un establecimiento ecológico, si queremos asegurarnos de la calidad de un producto, es fundamental que leamos la etiqueta de ingredientes. En ocasiones hemos encontrado en alguna tienda ecológica algún champú con parabenos, o productos que se publicitan como ‘natural’, ‘bio’, ‘eco’ y en cambio contienen ingredientes tóxicos.

Tendemos a fijarnos más en el aspecto de los envases de los productos que compramos que en lo qué contienen. Aprender a leer las etiquetas y saber distinguir ciertos ingredientes para seleccionar aquellos productos que sean más naturales, es una buena forma de evitar ponernos en contacto con esas sustancias o ingredientes tóxicos.

¿QUÉ ES EL INCI?

Los ingredientes contenidos en un producto cosmético se denominan siguiendo las normas del INCI, siglas en inglés que significan Nomenclatura Internacional de Ingredientes Cosméticos. El INCI es un sistema estandarizado de nombres para los ingredientes, que fue creado en Estados Unidos en 1973 por la CTFA (Cosmetic Toiletry and Fragrance Association), y también fue adoptado como norma obligatoria por la mayor asociación europea de compañías cosméticas, Cosmetics Europe, en 1998, así como en muchos otros países.

En la mayoría de los lugares estos nombres comunes deben aparecer en la etiquetas de los productos cosméticos. En nuestro país, para autorizar la venta y distribución de un cosmético, el Instituto de Salud Pública de Chile (ISP) obliga a que la rotulación de los envases de todo producto cosmético incluya los siguientes datos en español:

– Nombre del producto.

– Fórmula completa en nomenclatura INCI.

– Período de vigencia mínima o fecha de expiración, cuando fuera necesario.

– Código o clave de la partida o serie de fabricación.

– Contenido neto.

– Nombre o razón social y dirección del titular y, cuando no coincida, también las del fabricante o importador según el caso, con indicación del país donde fue fabricado el producto.

– Modo de empleo, indicaciones, advertencias y precauciones sobre su uso, según proceda.

– Número de registro aprobado por el Instituto, precedido de la sigla individualizadora ISP.

– Precauciones de almacenamiento y conservación.

 

CÓMO LEER LA FÓRMULA DE INGREDIENTES

El primer ingrediente que aparece en las etiquetas es el que en mayor cantidad se encuentra en el producto, y va disminuyendo conforme avanzamos en la fórmula, siendo el último el que en menor concentración se encuentra. Esto es especialmente útil a la hora de discernir si un producto tiene realmente lo que dice o el ingrediente estrella no es más que una anécdota con fines publicitarios. A veces se nos vende un producto por su contenido en un determinado principio activo y nos encontramos que se encuentra al final del INCI, por lo que probablemente ni siquiera esté en una cantidad suficiente para hacer efecto. Por el mismo motivo, si un ingrediente dañino no demasiado bueno aparece al final es mejor que si se nos muestra en primeras posiciones.
Para los componentes que suponen menos del 1% del total, no es obligatorio seguir este orden, ya que las cantidades no se especifican en la etiqueta. Debemos estimar que los primeros 4-7 ingredientes de la lista están por encima del 1%.

Es difícil comprender qué son las palabras tan raras que componen el INCI, por eso quizás ayude saber que se basan en nombres en latín e inglés. Por lo general, los compuestos escritos en latín corresponden a sustancias de origen vegetal, mientras que los ingredientes sintéticos se escriben en inglés. Por tanto, cuanto más latín veas en una etiqueta más natural es el producto. *Un asterisco al lado del nombre del ingrediente indica su origen ecológico. Una excepción es el agua, que indistintamente se escribe como Aqua o Water.

Por otro lado, los colorantes y pigmentos se denominan siguiendo el sistema CI (Colour Index International), donde cada pigmento tiene asignado un número; por ejemplo, CI 77205 correspondiente con el amarillo de cadmio. Muchos de ellos han demostrado, al menos en animales, ser altamente cancerígenos y alterar las moléculas de ADN como el talco entre otros.

Bajo el término generico ‘Perfume’ o ‘Fragancia’ se reagrupan una serie de sustancias que generalmente son reproducciones sintéticas de olores naturales, que pueden causar reacciones alérgicas en personas sensibles. Algunas se han demostrados cancerígenas y se van acumulando en el ambiente y en el cuerpo humano. Debido a su concentración baja en la composición del producto, no hace falta especificarlas, a exepcion de las que han sido extraidos de aceites esenciales que deben ir indicados con **dos asteriscos.

Por ejemplo, la famosa Pulpa Hidratante para Manos y Uñas de castaña de la marca Natura Ekos casi no contiene ingredientes ‘activos’ de origen natural que nutren la piel. Esta línea promueve que desde 2005 trabaja para ‘vegetalizar’ sus fórmulas, es decir, sustituir todas las materias primas de origen animal, mineral o sintético, por materias primas de origen vegetal, pero si analizamos la fórmula de ingredientes nos encontramos que por ejemplo, el aceite de castaña (BERTHOLLETIA EXCELSA SEED OIL), que le da el nombre a la crema, está en 10º lugar y que utiliza algunas sustancias sintéticas un tanto dudosas como PEG-100 STEARATE (tensoactivo de la familia de los PEG´S que no son tóxicos pero eliminan la función de barrera defensiva de la piel dejándola expuesta a todo tipo de tóxicos), PHENOXYETHANOL (conservante muy polémico debido a su toxicidad), DISODIUM EDTA (espesante tóxico para los peces), DIMETHICONE, METHYLISOTHIAZOLINONE, ALPHA-ISOMETHYL IONONE (siliconas), BHT (antioxidante derivado del tolueno, por lo tanto cancerígeno), BUTYLPHENYL METHYLPROPIONAL (fragancia que penetra por la piel, accede al torrente sanguíneo y puede causar problemas hepáticos).

INCI_natura

Pulpa Hidratante para Manos y Uñas de castaña, Natura Ekos

Un ejemplo opuesto es la Crema Hidratante de Rosa Mosqueta de la marca La Jacinta cuya fórmula contiene principalmente aceites y extractos vegetales como derivados del aceite de oliva, aceite de macadamia (MACADAMIA TERNIFOLIA SEED OIL), aloe vera (ALOE BARBADENSIS LEAF JUICE), manteca de karité (shea butter), aceite de coco (COCOS NUCIFERA OIL), extracto de manzanilla (CHAMOMILLE EXTRACT). El extracto de rosa mosqueta se encuentra dentro de los 5 primeros ingredientes.

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Crema Hidratante de Rosa Mosqueta, La Jacinta

Para orientarte e identificar las sustancias que no queremos en nuestros productos, te recomiendo el uso del Bio Diccionario. Es muy simple de consultar ya que simplemente debes escribir el nombre INCI del ingrediente de lo que se compone tu cosmético en la casilla de BUSCAR. Si el ingrediente se encuentra en la base de datos, te aparecerá la evaluación del ingrediente. Para esto utilizan circulitos verdes, amarillos y rojos. (2 circulitos rojos muy malo para la salud, 1 circulito rojo bastante malo, 1 circulito amarillo no muy bueno, 1 circulito verde aceptable, 2 circulitos verdes bueno).

En conclusión, cuando veas que un producto se publicita como natural y presume de contener cierto vegetal o fruta como principio activo, da un vistazo al lugar en el que aparece en la etiqueta.

Términos como ‘No comedogénicos’, Dermatológicamente Testado’, ‘Oil Free’, ‘Hipoalergénico’ no tienen ningún significado legal y son usados para hacernos pensar que no nos provocarán irritaciones.

La lista de ingredientes es larga, por eso en próximos post discutiremos en detalle los ingredientes tóxicos a evitar y cómo reconocerlos.

Empezar a interesarte por los productos que compras puede convertirse en una experiencia muy gratificante que te ayudará a consumir responsablemente.

 

 

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